EL RINCÓN DE NUESTRA HISTORIA

TORRE DE SANTA CECILIA

A medio camino entre Lerma y Tordómar, en la margen derecha del Arlanza, se encuentra este pequeño lugar.

Tradicionalmente ha vivido de la agricultura completada con rica ganadería lanar, como lo demuestra la gran cantidad de cañadas que cruzan su término.

Es posible que entre los lugares que “ganó” el favorito de Enrique ll, Juan Hurtado de Mendoza, señor de Gormaz, Almazán…, se encontraba Santa Cecilia. Al menos sí es seguro que permaneció a su hijo menor Iñigo López de Mendoza, pues así consta en la crónica de Juan ll (año1431), e incluso desde bastantes años antes. Parece que el pueblo pasó a su hijo mayor Juan en 1473 el conde de Tendilla cedía “su lugar y casa de Santa Cecilia pues cerca de la villa de Lerma” con todo lo que pertenecía. A finales de l siglo XV estaba en manos de Rodrigo de Mendoza, hijo del citado Iñigo, alcaide de la Guardia. Activo político en el reina do de los Reyes Católicos tubo problemas por la posesión de la fortaleza de Santa Cecilia. A comienzos del siglo XVl le sucedió su hijo Antonio, a quien por falta de descendencia heredarían su hermana y sobrina. La torre, que no debía estar vinculada, se la vendió a Bernardo de Sandoval, duque de Lerma.

Tras las fechorías cometidas en Toledo, Pedro Ruiz Sarmiento marchó a Miranda de Ebro. Primero pasó por Santa Cecilia y allí dejó a su mujer, María de Mendoza, deuda próxima (hermana de padre o tía) del señor de la torre. El concejo burgalés envío fuerzas al mando de Alonso de Cartagena para que cercasen dicha torre en donde se hallaba María con gente de armas ordenándoles “que le pluguiese de salir dende ella a la dicha gente… para poner en secrestaçión los bienes e algo que ende estaba de lo que fué robado en Toledo porque así lo mandaba el rey… Et que si ella quisiese quedar, quedase… con sus fijas e dueñas”. Hubo enfrentamientos y violencias, pero María de Mendoza resistió. El hecho ocurrió en 1450.

“Santa Cecilia, junto a Lerma, se llama así para distinguirle de otro de tierra de Campos. Es realengo, a pesar de los esfuerzos que hizo el Duque (especialmente Bernardo de Rojas) para conseguir la jurisdicción. Hubo en este pueblo un fuerte o altísima torre que fue de los duques de Lerma, hoy se hallan los suelos que aún retienen el nombre de torre, existen algunos cimientos. Se practicaron más que violentos medios para que este pueblo fuera de señorío, pero nada fue bastante a impedir a la Real Chancillería de Valladolid que decidiese ser realengo”.

La torre fue destruida por el primer duque de Lerma hacia 1613 para construir “con los (materiales) de la torre de Santa Cecilia que era también del mayorazgo antiguo y balía más de diez y ocho mil ducados y la desyço asta los fundamentos”. Fueron empleados en el palacio y diversos conventos de Lerma.

JOSE.I.ÁLVAREZ